Raúl Noro le exigió al gobernador jujeño, Gerardo Morales, que acate la sugerencia de la CIDH de una prisión domiciliaria. La Justicia debe decidir.
El marido de la detenida dirigente social Milagro Sala, Raúl Noro, afirmó hoy que el dictamen de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en la que le solicita al Estado argentino que otorgue a la líder de la Tupac Amaru la prisión domiciliaria o fiscalización electrónica “es el comienzo de su liberación”.
Noro sostuvo que “la CIDH aclara en su resolución que (Sala) es una líder política” y por eso consideró en declaraciones a FM La Patriada que su mujer “es la primera presa política que hay en democracia en Argentina, que era un faro en Derechos Humanos”.
Noro contó que Sala “bajó 15 kilos en los últimos días” y vinculó su deterioro a que “está recibiendo maltratos constantes, no solo físicos sino también psicológicos”.
El Gobierno de Jujuy había reafirmado su “compromiso con la defensa de las garantías individuales para avanzar en el fortalecimiento de la democracia”, tras la resolución emitida por la CIDH. Sin embargo, el gobernador jujeño, Gerardo Morales, reiteró que Sala “se robó todo”.
“Hace meses, Morales dijo que iba a acatar lo que dijera la CIDH. Ahora que la libere”, exigió Noro, a la espera de una resolución de la Justicia de la provincia de Jujuy, quien es quien debe tomar la decisión.