Es el lugar donde son ungidos los reyes británicos desde hace casi mil años. Lujo, tradición y arquitectura.
Si alguna vez fue real aquella creencia de que los reyes medievales eran elegidos por designio de Dios para gobernar en la Tierra, el lugar donde podía “comprobarse” más fehacientemente aquel mandato era la abadía de Westminster, en Londres.
En su imponente nave principal, uno de los lugares imperdibles si uno va de visita al Reino Unido y quiere contemplar la belleza de la arquitectura inglesa, fueron coronados casi todos los reyes británicos desde mediados del siglo XI en adelante.
La abadía fue construida entre 1045 y 1050, en el lugar donde en el 616 se fundó un santuario luego de que un pescador del río Támesis tuviera una visión de San Pedro.
Apenas finalizada la construcción, encabezada por Eduardo el Confesor, la coronación del rey Guillermo I, “El Conquistador”, en 1066, dio origen a la tradición del matrimonio entre el poder político y el poder religioso en lo que hoy es Gran Bretaña.
El primer estilo románico fue cambiado tras la reconstrucción terminada en 1338, luego del incendio ocurrido 40 años antes. El nuevo edificio se adecuó al estilo imperante en esa época, el gótico. El techo con bóvedas se construyó en 1500 y la fachada, neogótica, se agregó más tarde, entrado el siglo XVIII.
La abadía tiene dos campanarios de 68 metros de alto, mide 156 metros de largo, 34 metros de ancho y su nave central, con el techo de 34 metros de alto, es la nave gótica más grande de toda Gran Bretaña.
Ubicada frente al Palacio de Westminster, los sucesos de la abadía siempre estuvieron más cercanos al mundo político que al universo religioso. El arzobispo de Canterbury es el encargado de realizar la ceremonia de la coronación de los reyes, que deben sentarse en la silla de San Eduardo, el trono en el que los soberanos descansan en el momento en el que son ungidos.
Además, es el lugar donde están enterrados los reyes y también donde se han celebrado bodas históricas: la última, la del príncipe Guillermo con Kate Middleton, en 2011.