Según una estadística del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por su sigla en inglés), nace un niño con autismo cada 88 nacimientos.
Una Plaza de Mayo vestida de azul con la Casa de Gobierno de fondo iluminada en el mismo color será el escenario en el que se conmemorará hoy (lunes 2), con diversas actividades, el Día Internacional de la Concientización sobre el Autismo.
Según una estadística del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por su sigla en inglés), nace un niño con autismo cada 88 nacimientos, siendo éste el único dato oficial que reconocen las organizaciones que trabajan esta temática.
Son estas organizaciones las que, a través de una radio abierta a cargo de periodistas de diferentes medios de comunicación, distribución de volantes informativos sobre el autismo, una suelta de globos y una caminata alrededor de la plaza con velas azules, concientizarán sobre el trastorno generalizado del desarrollo (TGD) y trastornos del espectro autista (TEA).
Además, la asociación \’TGD-Padres-TEA\’ recolectará firmas para solicitar modificaciones a la ley 24901 que es la que reglamenta el sistema de prestaciones básicas en habilitación y rehabilitación integral a favor de las personas con discapacidad.
La iniciativa ya tiene media sanción de la Cámara de Diputados y ahora espera su turno para ser tratada en el Senado.
\”Queremos que se incorporen, dentro del Programa Médico Obligatorio(PMO), los tratamientos específicos que necesitan nuestros hijos con autismo, sobre todo el tratamiento cognitivo conductual que es elemental para mejorar su calidad de vida y el de las familias\”, explicó a \”Télam\” Débora Feinmann, integrante de la asociación.
Este método diagnóstico y de tratamiento \”es básico, ya que permite que los niños aprendan lo que de manera natural no pueden aprender, desde gestos hasta palabras\”, señaló.
A nivel privado, esta prestación \”que es intensiva, diaria y domiciliaria, cuesta entre 5.000 y 6.000 pesos\”, dijo.
También intentan incorporar las llamadas \”casas de respiro\”, nombre que en España se les da a instituciones que, con personal especializado, atienden a personas con autismo que llegan al lugar para que sus familias descansen o cuando no tienen ningún familiar que pueda ocuparse de ellas.