Juan Grabois, de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular, aseguró que la Santa Sede tiene una posición “muy clara” en relación a la crisis en Venezuela.
El dirigente social Juan Grabois, referente de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), consideró hoy que el papa Francisco está a su “izquierda” y se consideró “mucho más moderado” que el Pontífice.
También opinó que la Santa Sede tiene una posición “muy clara” respecto de la situación en Venezuela: “Debe haber diálogo, si no va a haber una guerra civil”, advirtió.
Grabois afirmó que “el Papa está a la izquierda mía, dice que este sistema no se aguanta, que no puede haber un sistema basado en el dinero porque es inhumano. Está planteando que hay que hacer un cambio revolucionario y yo estoy planteando reformas. Soy mucho más moderado que él”.
Al referirse a la situación de Venezuela, recordó que “la Santa Sede tiene una posición muy clara, que es parecida a la de México o la de Uruguay: la definición es que debe haber diálogo, que esa sea la resolución política, si no va a haber una guerra civil, que es la que está alimentando el imperialismo”.
En diálogo con AM 530 recordó que el Vaticano participó de los intentos de diálogo que fracasaron. “Pero imaginate que si pudieron desarrollar diálogo en Colombia, donde hubo una guerra durante 40 años, ¿cómo no podría haberlo en Venezuela?”, se preguntó.
Además, planteó que Venezuela es una reserva petrolífera más importante de Latinoamérica “y algunos dicen que del mundo”. Evidentemente, acotó, “hay intereses económicos, y la motivación de los presidentes de Brasil y Argentina, Jair Bolsonaro y Mauricio Macri, es alinearse con diversos intereses económicos e internacionales”.
Grabois volvió sobre la situación electoral argentina y dijo que, “dentro del frente opositor hay que construir, y seguramente hay más de uno que quisiera estar tomando whisky con Trump, pero de todas maneras hay que traerlo para este lado, porque nuestro principal objetivo es derrotar a Macri”, aseguró.
Algunos dirigentes, según Grabois, “se niegan a la unidad porque, entre otras cosas, sus asesores de la embajada norteamericana se lo piden. Va a ser muy difícil construir una unidad táctica pero yo no tengo problemas de construir eso con nadie”, anticipó.