La cuestión se analizó en el “VI Seminario sobre economía informal, hacia un futuro del trabajo sin informalidad”, organizado en Buenos Aires por la OIT.
En una economía que tiene una tasa de desocupación del 10,6% en el segundo trimestre de 2019, los migrantes y refugiados de Venezuela obtienen el trabajo que los argentinos dejan de lado, o que no están calificados para lograrlo.
Así se vio en el “VI Seminario sobre economía informal, hacia un futuro del trabajo sin informalidad”, organizado por la OIT.
En la presentación a cargo de Mariana Beheran, de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), se hizo referencia a que en la Argentina un 4,9% de la población es migrante, y el 80% proviene de países sudamericanos. Entre un 2% y un 3% de la población llega de países limítrofes, con un grado de instrucción menor que el de la población de este país.