La Cancillería consideró “categóricamente inaceptables” las “demandas ilegales y absurdas” de los países occidentales de liberar al opositor ruso Alexéi Navalny.
El ministerio de Exteriores de Rusia expresó su “decepción” por la decisión de la Unión Europea (UE) de preparar nuevas sanciones contra ciudadanos rusos y consideró que estas restricciones “ilegales” y “unilaterales” se aplican “bajo un pretexto artificial”.
Según la Cancillería rusa, la decisión europea de las sanciones y la presión en las relaciones con Moscú “ha mostrado un completo fracaso en los últimos años”, pero la UE, “obedeciendo a la disciplina del bloque y los estereotipos antirrusos”, continúa “dándole al botón de las sanciones, que no funciona”.
Al mismo tiempo señaló que las últimas restricciones se aplican “en el contexto de un calentamiento sin precedentes del trasfondo de información antirruso” en Bruselas.
Como ejemplo el ministerio ruso que lidera Sergeui Lavrov citó la reciente visita a Moscú del jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, que fue tachada de “ineficaz” y “humillante” por los medios occidentales y provocó una “ola de llamamientos” a aumentar las sanciones contra Rusia para así “vengarse” y “compensar los costos de imagen supuestamente incurridos por la diplomacia europea”.
Moscú considera que “la estrella que guía las acciones de los contrarios a mejorar las relaciones con Rusia sigue siendo la coyuntura política y no, como ellos declaran con énfasis, el compromiso de proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales”.
La Cancillería además lamentó que las nuevas sanciones de la UE, al igual que las restricciones anteriores, se utilizarán en primer lugar contra ciudadanos rusos. “Los intentos de Bruselas de posicionar estos instrumentos ilegítimos como de cierto carácter ‘horizontal’ y ‘global’ muestran fácilmente su esencia antirrusa como medio para implementar la política de ‘contención’ de nuestro país”, subrayó.
“Lamentamos que instrumentos tan ilegítimos como los ultimátum, la presión y las sanciones estén arraigados en el arsenal de política exterior de la UE”, remarcó el Ministerio.
“Mientras aspira a ser un polo independiente en el escenario mundial, la UE parece haber olvidado por completo que esto solo puede realizarse sobre la base de una actitud respetuosa hacia sus socios, del principio de no injerencia en los asuntos internos y del estricto cumplimiento del derecho internacional”, señaló la Cancillería rusa.
También consideró “categóricamente inaceptables” las “demandas ilegales y absurdas” de los países occidentales de liberar al opositor ruso Alexéi Navalny, que fue condenado “por delitos económicos por un tribunal ruso en el territorio de Rusia y de conformidad con la legislación rusa”.
“En la práctica internacional esto se llama interferencia en los asuntos internos de un Estado soberano. Sin embargo, es obvio que la UE no quiere seguir la ética de las relaciones interestatales sino que, explotando el mito de su propia infalibilidad en el campo de los derechos humanos, promueve su concepto de un ‘orden mundial basado en reglas'”, aseveró la Cancillería.
Y recordó “las imágenes de brutalidad policial en las calles de varias ciudades europeas y el continuo ataque a la libertad de los medios de comunicación y la esfera del uso de la lengua rusa”.