Desde la tribuna tiraron proyectiles y el jugador Dimitri Payet devolvió uno, tras lo cual invadieron el campo de juego y no hubo una tragedia por la intervención policial. Sampaoli, protagonista del bochorno.

Unos bochornosos incidentes violentos en el partido entre el Niza y el  Olympique Marsella, en la Ligue 1 de Francia, obligó a suspender el partido cuando el futbolista Dimitri Payet reaccionó contra los barrabravas locales y les devolvió una botella que habían lanzado al campo de juego.

Los agentes de seguridad se vieron desbordados y el campo de juego se convirtió en un campo de batalla en el que no ocurrió una tragedia por la intervención de la policía.

El encuentro estaba 1 a 0 en favor del local, Niza, pero el clima en el estadio, que contó con público por la relajación de las restricciones por la pandemia de coronavirus, era de hostilidad para el cuadro visitante antes incluso de que se iniciara el partido.

La hinchada local quiso hacer sentir su presencia y se rompieron los límites cuando, faltando 15 minutos, varios espectadores arrojaron proyectiles contra el campo de juego cuando Payet estaba por patear un tiro de esquina.

Una botella le dio en la espalda y, harto de la situación, el jugador del Olympique la tomó y la lanzó contra la tribuna mientras insultaba a los aficionados del cuadro local.

Su respuesta generó que medio centenar de “ultras” del Niza saltaran a la cancha con la intención de golpearlo, detrás de los cuales bajaron cientos más.

Los agentes de seguridad del estadio y los agentes policiales no dieron abasto para contener a la multitud que descendencia de las tribunas y pasaba sobre los carteles de seguridad para agredir a Payet, que estaba siendo defendido por sus propios compañeros mientras los jugadores del Niza intentaban calmar a la gente.

Afortunadamente, la situación se apaciguó y de a poco los hinchas regresaron a sus lugares, pero cuando parecía que todo se normalizaba, del otro lado de la cancha el DT visitante, el argentino Jorge Sampaoli  arrancó otro episodio de violencia.

Si bien no está claro aún qué fue lo que hizo enfurecer al entrenador, las cámaras de televisión captaron el momento en el que sus propios jugadores lo separaban de un nuevo tumulto que él había provocado.

El técnico intentó pelear contra un miembro del “staff” del Niza y terminó a los insultos, desencajado, tras lo cual hombres de seguridad y suplentes del Marsella comenzaron a los golpes pero Sampaoli aprovechó para irse rumbo al vestuario y escapar de una posible agresión. 

Unos micrófonos captaron el momento en el que gritaba “hay que tomar decisiones”, mientras señalaba a un grupo de dirigentes, enfurecido por el maltrato que su equipo recibió por parte de los locales.

Obviamente, el partido se interrumpió y ambos equipos se fueron rumbo a los vestuarios, aguardando nuevas instrucciones.

Con los jugadores allí, uno de los delegados del Niza se acercó a la tribuna donde estaban los hinchas y pidió un micrófono para dirigirse a la afición, a la que le explicó que debían dejar de lanzar objetos contundentes al terreno de juego si pretendían que el encuentro continuara.

Pero los futbolistas del cuadro visitante Luan Peres, Guendouzi y Payet sufrieron heridas leves, motivo por el cual el plantel decidió no volver a salir a la cancha para disputar lo que restaba, aunque la Policía aseguró que había garantías para continuar.

Por su parte, los jugadores del Niza sí regresaron al campo de juego en un gesto cuanto menos poco solidario con sus adversarios.

Casi dos horas más tarde de que se desatara el caos en el estadio, se confirmó la suspensión del encuentro y ahora la Ligue 1 deberá decidir qué hace, si decreta al Niza ganador o si le otorga los tres puntos al Olympique por la agresión salvaje de la parcialidad local.

“Decidimos no reanudar el juego por la seguridad de nuestros jugadores. Ya es la segunda vez, lo vivimos en Montpellier, decidimos retomar allí. Lo que pasó hoy es completamente inaceptable“, declaró el presidente del club de Marsella, Pablo Longoria, a la prensa. “Tenemos que sentar precedentes para el fútbol francés. El árbitro estaba con nosotros, nos confirmó a Jorge Sampaoli y a mí que la seguridad no estaba garantizada. Su decisión fue detener el partido. La Ligue 1 ha decidido, por una cuestión de orden público, reanudarlo. Esto no es aceptable para nosotros, por eso decidimos no reanudar el partido y volver a Marsella esta noche“, agregó.