La “Ley de leyes” presentada esta semana en el Congreso por el ministro de Economía podría no ser aprobada, lo que obligaría a prorrogar el presupuesto 2010.
La oposición volvió a poner el grito en el cielo cuando empezó a desgranar el proyecto de Presupuesto 2011 que Amado Boudou presentó el pasado jueves, 50 minutos antes de que se venciera el plazo límite establecido por la Constitución.
Según los cálculos de los economistas anti-K, el texto habilitará al Gobierno a gastar entre 60 y 70 mil millones de pesos sin control parlamentario en el próximo ejercicio. Esto se debe a que, como desde hace siete años, subestima el crecimiento esperado del PIB, en este caso con una modesta pauta del 4,3%, y toma el dibujo del INDEC para proyectar una inflación del 8,9% en todo 2011.
Pero al margen de esa discusión y con el mismo envión, el ministro de Economía aprovechó para hacerles un guiño a los acreedores: blanqueó que planea usar 7.500 millones de dólares de las reservas del Banco Central para cancelar vencimientos de deuda y asignó un 28% más de recursos al rubro “servicios de la deuda pública”, mucho más de lo que aumentaron los recursos de departamentos como Salud y Educación.
Los festejos en la City no se hicieron esperar. El bono Discount en pesos subió un 4% el jueves y otro 2,9% el viernes. La buena noticia –para los acreedores– se sumó a la confirmación de que el 9 de octubre, mientras Boudou visite en Washington a las autoridades del Fondo Monetario, Cristina Kirchner se reunirá en Berlín con la canciller Angela Merkel para retomar las tratativas por la deuda impaga con el Club de París.
En el Congreso los ánimos seguirán caldeados la semana próxima. El opositor Claudio Lozano, al que más temen por su solvencia técnica las huestes de Boudou, adelantó un informe donde asegura que en 2010 el Gobierno “presenta un excedente del orden de los $75.855 millones” por encima de lo presupuestado.
“Se trata de una masa de recursos adicionales que equivalen al 27% del Presupuesto 2010 y sobre el cual el Parlamento Nacional no ha tenido injerencia alguna para discutir su destino”, disparó el diputado de Proyecto Sur, el partido que lidera Fernando “Pino” Solanas.
Según Lozano, lo que el Gobierno busca “con la presentación de un Presupuesto 2011 dibujado e inconsistente” es “que nadie se lo apruebe”. De esta forma se prorrogaría el de 2010, con las ampliaciones de este año tramitadas vía DNU y superpoderes, mecanismos que no podría usar en el futuro por la caída de las facultades delegadas.
Al margen de la polémica entre bloques que insumirá varias semanas, e incluirá idas y vueltas entre Diputados y el Senado, algunos puntos llamativos del proyecto que no obtuvieron mucho espacio en los medios son:
*La partida de remuneraciones para el Estado nacional aumenta sólo un 14%. Eso le pone un techo a la suba salarial para los 334.371 cargos estatales consignados en el proyecto, a menos que se amplíe más tarde. Si la planta de empleados crece –como suele ocurrir en años eleetorales– el dinero alcanzará para incrementos aún menores.
*Se asignan otros $175 millones para la limpieza del Riachuelo, tarea en la que ya fracasaron varios secretarios de Medio Ambiente durante la era Kirchner.
*Las transferencias de capital para las universidades nacionales (que se usan para financiar obras de infraestructura) caen un 8% en términos nominales, de $187 millones a $172 millones. Si se agrega la inflación, el recorte es mucho mayor, esto mientras diez facultades permanecen tomadas en reclamo de mejoras edilicias.
*El proyecto no prevé cambios impositivos. Y calcula que por no cobrar Ganancias a la renta financiera, el fisco dejará de percibir $3.600 millones. En 2010, la pérdida estimada fue de $2.400 millones.