Los neocelandeses cortaron una racha de 17 triunfos consecutivos. El sábado próximo vuelven a enfrentarse.
Australia y Nueva Zelanda empataron (12-12) este sábado en Sydney en el estreno del Rugby Championship de 2014, en un partido donde los All Blacks pusieron fin a su racha de 17 victorias consecutivas.
Los aperturas, el neozelandés Aaron Cruden y el australiano Kurtley Beale, consiguieron todos los puntos de sus equipos por medio de penales.
Nueva Zelanda, campeona del Rugby Championship en los dos últimos años, no pierde desde el 1° de diciembre de 2012, ante Inglaterra en Twickenham, su único revés desde el título mundial conquistado en casa en 2011.
Pese a mantener su racha como invicto, cortó la de victorias seguidas, dejándola en 17 y no pudiendo establecer un récord de 18 entre las grandes potencias. Queda por tanto igualado con sus compatriotas de 1965-1969 y con la Sudáfrica de 1997-1998.
Lituania sigue teniendo la plusmarca de 18, entre 2006 y 2010, aunque en su caso contra rivales de mucha menor entidad.
En Sydney, en el invierno austral y en un día lluvioso poco propicio para el espectáculo, los hombres de Steve Hansen mostraron, a un año del Mundial-2015, que no son una máquina imparable y que también tienen puntos vulnerables, que Australia aprovechó.
Los Wallabies australianos llegaban al partido tras encadenar siete victorias consecutivas ante rivales del hemisferio Norte y demostraron una gran combatividad, que los presenta como serios candidatos al título este año en el gran torneo entre las potencias del Sur, donde también compiten Sudáfrica y Argentina.
Australia fue de menos a más en el partido y los All Blacks llegaron al descanso con ventaja de 9-3, haciendo pensar que habían encarrilado el camino a un nuevo triunfo.
Pero la indisciplina de los visitantes, sus problemas en defensa y la reacción de orgullo herido de los australianos cambió el guión en la segunda mitad.
El equipo local reaccionó y dos penales de Kurtley Beale acercaron a los australianos a tres puntos (12-9 en el 59).
En los últimos diez minutos, una tarjeta amarilla a Beauden Barrett, la segunda para el equipo tras la vista por Wyatt Crockett en el 38, dejó a los neozelandeses con uno menos para los últimos diez minutos y Beale firmó en ese minuto 70 un penal que puso el 12-12 en el marcador, que terminó siendo definitivo en el ANZ Stadium de Sídney.
“Les presionamos mucho, especialmente en la segunda parte”, destacó el capitán australiano, Michael Hooper.
No habrá que esperar mucho para la revancha entre ambos, ya que Australia visitará Nueva Zelanda el sábado de la próxima semana, en la segunda jornada.