El año comenzó con el dorado metal en alza, pero la crisis de deuda en Estados Unidos y la financiera de Europa llevaron su precio a récords desconocidos. Quién es quién en un mercado de refugio para los inversores en tiempos de crisis.
Por Gustavo Fiuma
El 2011 comenzó a toda marcha para el oro. Cuando los récords del año pasado parecían ser los históricos, la persistente crisis mundial sigue apuntalando al metal precioso.
Las últimas cifras oficiales dan cuenta que durante el segundo trimestre la demanda mundial de ese metal ascendió a 919,8 toneladas, lo que representa un valor récord de 44.500 millones de dólares. Los mercados destacados fueron India y China, que representaron el 52% de la inversión total en barras y monedas, y el 55% de la demanda mundial de joyería. En este período el metal precioso aún no había registrado los niveles récord de más de 1.900 dólares la onza, pero los expertos del mercado londinense apuestan al mantenimiento de la fortaleza del oro como activo de inversión.
De acuerdo con el informe de tendencias de la demanda de oro del World Gold Council (WGC) del segundo trimestre del 2011, la demanda de oro en la segunda mitad del año seguirá siendo fuerte debido a una serie de factores claves. Entre los principales se destaca que a pesar del mayor precio del metal, la demanda de India y China creció 38% y 25%, respectivamente, durante el segundo trimestre de 2011, en comparación con el mismo periodo de 2010.
Con relación a estos niveles de crecimiento, los analistas proyectan que es probable que continúen, debido al aumento de los niveles de prosperidad económica, los altos niveles de inflación y el rol del oro en las próximas compras para las festividades. Por otro lado, también juegan a favor de la mayor demanda de oro con vistas a un futuro previsible, el impacto de la crisis de la deuda soberana europea, la rebaja de la calificación de la deuda norteamericana, las presiones inflacionarias y las todavía frágiles perspectivas de crecimiento económico en EE.UU.
A esto se suma que los bancos centrales seguirán siendo compradores netos de oro. Esto se reflejó en el comportamiento adoptado en el segundo trimestre del año, donde las compras sumaron 69,4 toneladas demostrando que las autoridades monetarias siguen diversificando sus reservas a favor del oro.
Para Marcus Grubb, uno de los mayores conocedores del mercado mundial del oro, \”la fuerza de la demanda en India y China, junto con una caída general en la actividad de reciclaje durante el segundo trimestre, demuestra que los consumidores se han ajustado al actual contexto de precio y cabe esperar que la tendencia al alza del precio continúe\”. Al igual que la mayoría de los operadores, Grubb opina que la incertidumbre económica actual, la crisis de la deuda soberana y las generalizadas presiones inflacionarias, darán lugar a una fuerte demanda oro.
No obstante, la demanda global de oro en el segundo trimestre de 2011 fue un 17% inferior a la de un año atrás (1.107 toneladas), pero en términos de valor creció 5% anual (en el segundo trimestre 2010 fue de U$S 42.000 millones). El nivel alcanzado este año es el segundo mayor valor trimestral de la historia, que fue en el cuarto trimestre de 2010 con 44.700 millones de dólares. Para tener una referencia respecto del momento actual (con un oro en US$ 1.800 la onza), en el periodo analizado el precio del oro promedio trimestral aumentó un 26%, alcanzando un alto récord de 1.506,13.
Otro dato de interés sobre el comportamiento de la demanda mundial de oro es que las compras para inversión en el segundo trimestre de 2011 fueron de 359,4 toneladas (un 37% menos que un año atrás, con 574,2 toneladas, que fue el segundo trimestre más alto de la historia). Pero desde comienzos del siglo XXI han entrado a tallar otros jugadores, muy fuertes, que son los Exchange Traded Funds (ETF, son fondos de inversión extranjeros que buscan replicar el comportamiento de activos e indices), que en el segundo trimestre del año registran compras netas de casi 51,7 toneladas, superando el promedio de los últimos doce trimestres, de 41,4 toneladas.
Con relación a la demanda de monedas y lingotes de oro, el total ascendió a 307,7 toneladas durante el segundo trimestre de 2011, esto eslo que supone un incremento del 9% sobre los niveles de años anteriores, de 282,6 toneladas. Pero en términos de valor, la demanda de barras y monedas fue de 14.900 millones, un 37% mayor a la de un año atrás, que llegó a 10.900 millones.
El otro componente de la demanda mundial es el proveniente de la actividad joyera. En el segundo trimestre de 2011 ese rubro alcanzó las 442,5 toneladas, 6% más que los niveles de años anteriores. En términos de valor, esto representa un incremento de 34% (U$S 21.400 millones) respecto del segundo trimestre del año pasado. En este caso India, China y Turquía representaron el 59% de la demanda mundial de joyería, unas 260,1 toneladas en el segundo trimestre de 2011, lo que implicó un crecimiento combinado de 36,1 toneladas anuales.
Por último la demanda de tecnología subió un 2% (a 117,9 toneladas) respecto del segundo trimestre de 2010, generada por un incremento en la demanda en el segmento de electrónica. En términos de valor fue un récord trimestral de 5.700 millones de dólares, un 28% más que en el cuarto trimestre de 2010, que fue récord con 4.500 millones.
Por el lado de la oferta de oro, los datos del segundo trimestre del año en curso muestran que totalizó 1. 058,7 toneladas, lo cual representa una caída del 4% frente al mismo período de 2010, como resultado de un aumento de compras netas de los bancos centrales.
La producción minera aumentó, sin embargo, 7% (a 708,8 toneladas) respecto del año pasado (659,4 toneladas), mientras que la actividad de reciclaje se ubicó en las 429,3 toneladas, un 3% por debajo de la del segundo trimestre de 2010.
Un somero análisis entre los principales países consumidores de oro muestra que en el segundo trimestre del año, mientras India, China, Hong Kong y otros países del Asia-Pacífico no pararon de comprar, del otro lado del globo, donde la crisis financiera sigue latente, recortaron la demanda prácticamente en niveles superiores a las compras asiáticas. Entre ellos se destacan Alemania, Suiza y el Reino Unido.
También hay que mencionar que la demanda para joyería, en toneladas, se ha reducido prácticamente en unas 1.000 toneladas anuales con respecto a los niveles de 2001. Esto mientras las compras de barras y monedas se ha triplicado a más de 1.100 toneladas/año y las de tecnología han crecido unas 100 toneladas anuales frente a los niveles de diez años atrás.
Como se mencionara anteriormente, el ingreso de nuevos jugadores como los ETF fue determinante para explicar el sostenido crecimiento de la demanda. Comenzaron a operar en el 2002 y al cabo de cinco años demandaban unas 250 toneladas anuales para pasar en 2009 a 617 toneladas, pero el año pasado bajaron a 368 toneladas.
Con respecto a las compras de los bancos centrales en este trimestre más que se cuadruplicaron en comparación con los niveles del segundo trimestre de 2010. Pero \”Gaceta Mercantil\” accedió a los últimos datos oficiales de las tenencias de oro al 11 de agosto de 2011 que muestran que el ranking mundial sigue liderado por EE.UU. con 8.133,5 toneladas seguido por Alemania con 3.401 toneladas y el FMI con 2.814 toneladas (ver gráfico).
El Banco Central que más aumentó sus tenencias desde 2009 fue el ruso (más de 200 toneladas) y el que más las redujo fue el FMI (unas 300 toneladas).
Pero a lo largo de la década sin duda los mayores compradores fueron los bancos centrales de Asia y todo indica que seguirán aumentando la proporción de oro en sus reservas. Al respecto, cabe recordar que Asia se ha convertido también en un importante productor de oro. Ya en 2007, China se convirtió en el mayor productor mundial de oro, sustituyendo a Sudáfrica, que dominó el ranking desde 1905. En 2008, China produjo 292 toneladas de oro, 12% del total mundial, lo que además representa un aumento de 126,8 toneladas en la última década. Asia en su conjunto produce 555,9 toneladas, o sea un 23% del oro del mundo. También la producción de Rusia ha crecido a 188,7 toneladas, lo que la posiciona como el quinto productor mundial de oro.
\”Si el aumento de las explotaciones de oro chino, indio y ruso son un presagio para otros bancos centrales emergentes de aumentar el porcentaje de oro en sus reservas, el impacto sobre el mercado podría ser sustancial\”, advierte el WGC. Aunque los bancos centrales en el mundo desarrollado tienen grandes cantidades de oro como un legado de los días del patrón oro, en los países emergentes son muy bajas o inexistentes. En Brasil representan el 0,5% de sus reservas totales del Banco Central; en Argentina un 5%; Perú y México, menos de 4%. Los que más participación del oro tienen en sus reservas, son Venezuela con 60% y Bolivia con 16%.
Los bancos centrales asiáticos, por ejemplo, tienen actualmente alrededor del 2% de sus reservas totales en oro. Si estos bancos centrales aumentaran solo un 1% sus reservas totales en oro, aumentarían la demanda en 1.000 toneladas de oro. Esto solo compensaría dos años y medio las ventas europeas. De modo que cualquier movimiento de China, sobre todo, y de sus socios regionales tendría un significativo impacto en el mercado del oro si deciden seguir traspasando sus reservas de divisas y bonos al oro. De todos modos, el creciente reconocimiento entre los inversores y los bancos centrales del papel del oro como activo de reserva, su prestación de estabilidad y liquidez en momentos económicos inciertos, lo constituye como uno de los pocos salvavidas hasta que el Titanic mundial arribe a algún puerto. En este contexto también se observó que mientras las ventas europeas continuaban empezaron a surgir nuevos compradores como los bancos centrales de Qatar, Kazajstán, Belarús, Sri Lanka y Mauricio.
¿Por qué se ha dado todo esto? Si bien los bancos centrales y las instituciones internacionales han sido los principales tenedores de oro en más de 100 años, la ruptura de Bretton Woods hacia los tipos de cambio flotantes llevó a algunos bancos a reevaluar la necesidad de niveles tan altos de oro en sus reservas. Desde septiembre de 1999, los bancos centrales de Europa occidental, que han sido importantes vendedores. Entre septiembre de 1999 y septiembre de 2007, los signatarios vendieron un promedio anual de 420 toneladas. Pero sus ventas se desaceleraron significativamente: sólo 157 toneladas de oro fueron vendidas en el año que terminó en septiembre de 2009. Los europeos no han indicado qué los ha motivado. Algunos simplemente han completado sus programas de ventas previstos. Claro que no puede pasar desapercibido que el freno a las ventas coincidió con los peores momentos de la crisis financiera desde la década del \’30 y un creciente reconocimiento del papel del oro como un seguro refugio y como riqueza.
Otros pueden haber sido reacios a recibir más dólares, por las preocupaciones crecientes sobre el déficit presupuestario de Estados Unidos y la mayor emisión monetaria.