Las bancadas opositores acordaron avanzar en Diputados con el 82% movil para las jubilaciones y en el Senado, donde no le dan los números, presionarán con organizaciones de jubilados para que el oficialismo pague el costo político de bajar el tema.
Luego de que el kirchnerismo dejara trascender que tiene apoyos suficientes en la Cámara alta como para impedir el intento de instaurar el 82 por ciento móvil en las jubilaciones mínimas, los jefes de las principales bancadas no kirchneristas decidieron que el tratamiento de su agenda comenzará en Diputados, donde cuentan con mayoría para aprobarlos, con la esperanza de revertir algunas posturas o, al menos, que el oficialismo pague el costo de voltear la sesión en el Senado.
Se espera que mañana miércoles, el 82 por ciento para las jubilaciones mínimas tenga dictamen favorable en la Comisión de Previsión de la cámara baja. Aunque no tiene fecha para llegar al recinto, la diputada de la Coalición Cívica, Fernanda Reyes, aventuró que esperaba que el proyecto se apruebe en lo que resta del mes de agosto para que pueda llegar al Senado en septiembre.
Aunque en la Cámara alta la oposición no tiene los votos necesarios para convertir en ley esta iniciativa, intentará sortear el obstáculo mediante la presión de los jubilados. Para ello realizará una serie de audiencias públicas para escuchar a los principales referentes de los jubilados. De esta manera pretende dar vuelta la voluntad de los senadores que rechazan la medida y se encolumnan con el Frente para la Victoria.
La tarea que no aparece como sencilla teniendo en cuenta los constantes cambios de opinión y de humor de algunos senadores que deambulan entre el oficialismo y la oposición.
En Diputados, donde a priori, la oposición tiene margen para imponer sus temas, las cosas no son más sencillas. El kirchnerismo empleará todas las armas que tiene a mano para obstaculizar la agenda opositora. El escándalo es una de esas herramientas. Una muestra de ello se vio en la tarde del martes 3, cuando los diputados oficialistas desconocieron el proyecto para normalizar el INDEC impulsado por la oposición. Los legisladores identificados con La Casa Rosada se retiraron de la comisión de Comercio, donde se debatía el tema, después de reclamar, de manera tumultuosa, la presidencia de la misma para su sector político.