Pablo Rey inauguró \”Paseros y changarines\”, su nueva muestra de fotografías en blanco y negro en la que retrata el mundo del trabajo de los pobladores de la ciudad de Clorinda, en la provincia de Formosa, frente a Asunción del Paraguay. La vida de sus pobladores tiene la característica que se da en todas las fronteras: el paso constante de mercaderías de un lugar a otro. Este trabajo involucra a familias enteras que tienen esta actividad como su único sustento.
Esta muestra es parte de los trabajos que conforman un libro, como en trabajos anteriores de Rey, que es parte de la ONG Rumbosur, que concentra sus esfuerzos en investigar, registrar y difundir el patrimonio social y cultural de nuestros pueblos, dando visibilidad a las distintas problemáticas por las que atraviesan.
Rey captura los momentos en que estos trabajadores trasladan pesadas cargas, esperan durante horas hasta que llega algún camión que la fracciona para poder pasar el puente: de Argentina parten con productos alimenticios y de Paraguay vuelven con artículos electrónicos.
En esa espera se produce un comunicación con los pares, con quienes se conocen desde siempre, y para matizar se juega a las cartas o se comparte una vuelta de mate. Allí se mezclan las historias relatadas en español y en guaraní pero igual todos se comprenden. Los paseros y changarines son de todas las edades pero es en los hombres en quienes recaen las tareas que necesitan un mayor esfuerzo físico, como la carga de paquetes de hasta 120 kilos. Momentos de espera seguidos de otros de mucho trabajo son el nudo de esta muestra que tiene a una multitud entre la desocupación y el trabajo extenuante.
Pablo Rey es además el productor de uno de los nueve documentales que se proyectará el 21 de septiembre en la ESMA. En el Centro Cultural Borges, Viamonte y San Martín, Sala 22, hasta el 15 de octubre.