Desde Jules Charles, pasando por Carlos, una saga que pobló de árboles y arte la Argentina. Letemendia publicó un libro de Carlos Julio exquisitamente editado.
Alguna vez el historiador León Rebollo Paz publicó un artículo sobre ciertas familias argentinas, por ejemplo los López, de destacada actuación en la historia nacional, cuyas vidas cubrieron más de un siglo comenzando por don Vicente, el autor del Himno; su hijo Vicente Fidel, que se llamaba a sí mismo “el hermano del Himno”, historiador y funcionario; y el nieto Lucio Vicente, escritor, político, muerto en un duelo. Así podemos hablar de los Cárcano, Ramón J. y Miguel Ángel, o más cerca de Enrique Barba y su hijo Fernando, como historiadores; abogados como los Ruiz Moreno, que responden en sucesivas generaciones al nombre de Isidoro; o dinastías de médicos como los Segura, cuyos apellidos son casi una marca registrada de la excelencia profesional.
Algo semejante, si hablamos de parques, plazas y jardines, sucede con los Thays, comenzando por el fundador de la dinastía, Jules Charles Thays, que nació en Francia en 1849 y falleció en Buenos Aires en 1934. Llegó a nuestro país con justa fama en 1889, recomendado a Miguel Crisol, y a los dos años obtuvo por concurso el cargo de Director de Parques y Paseos de la Ciudad de Buenos Aires. A él le debemos el parque “Tres de Febrero”, el “Jardín Botánico”, donde vivió con su familia, el parque “Sarmiento de Córdoba” y numerosos paseos públicos en el interior y los de muchas estancias, como las del general Julio A. Roca.
A poco de llegar a la capital argentina casó con Petrona Venturino, de apenas 16 años, de la que tuvo dos hijos, Carlos León y Ernestina.
El primero de ellos siguió la tradición familiar, era ingeniero y una de sus obras emblemáticas fue el parque de la actual residencia presidencial de Olivos; o la estancia Benquerencia, en San Miguel del Monte. Su caricatura ilustra esta nota. Casado con Luisa López Saavedra, tuvieron tres hijos: Julia Elena y Carlos, ya fallecidos, y Cora, conocida familiarmente como “Beba”, que aún vive.
Justamente Carlos Julio es autor de un magnífico volumen, exquisitamente editado por Letemendía, con el título de “Árboles, mitos, leyendas, poemas, historia, relatos y síntesis botánica”. El autor, que falleció en julio del 2017, fue un renombrado paisajista con una importante obra desarrollada en cientos de emprendimientos realizados en country clubs, estancias como La Biznaga (en Roque Pérez), barrios cerrados, haras, cementerios parque y numerosas canchas de golf. Siempre recordaba estas palabras: “Con mucha frecuencia abuelo repetía que para ser feliz era preferible vivir en una cabaña dentro de un bosque que en un palacio sin jardín”.
En la obra, además de los nombres científicos de los árboles, se agregan otras historias y leyendas de esas especies. Cita a autores argentinos como Baldomero Fernández Moreno, Silvina Ocampo, Manuel Mujica Láinez y León Benarós; y a españoles de la talla de Federico García Lorca, Antonio Machado y Miguel de Unamuno, sobre lo que anota: “Afamados poetas y escritores han dedicado poesías y escritos a determinados árboles en particular que se agregan a las correspondientes descripciones, como también dentro de sus composiciones poéticas están las que fueron dedicadas a los árboles en general”.
Grabada desde la infancia está en nuestra mente aquella canción del Jacarandá, a la que María Elena Walsh con Palito Ortega hicieran famosa hace más de medio siglo. Esos jacarandaes que su color tan especial saludaba anualmente Félix Luna al comienzo de cada primavera, cuando Buenos Aires tenía un medio cielo y una alfombra celeste con sus flores.
Por todo eso los amantes de la botánica, de los árboles, de la historia, del folklore, o los curiosos simplemente querrán leer esta obra de Carlos J. Thays, reeditada con excelentes fotografías por Letemendía.
Cerremos como colofón con estas palabras del autor: “El árbol es leyenda, historia; es poesía y símbolo de expresión cultural. Sepamos aprender a cultivarlo, a valorarlo y a defenderlo de irracionales actitudes de la civilización”.
* Historiador. Académico de número y vicepresidente de la Academia Argentina de Artes y Ciencias de la Comunicación