Se trata del segundo partido de la última ventana FIFA del año. El viernes, en Arabia Saudita, Argentina enfrenta a Brasil.
El partido amistoso que deben jugar el lunes próximo los seleccionados de Argentina y Uruguay en la ciudad israelí de Tel Aviv está en duda por la escalada de violencia en la zona, donde los palestinos lanzan cohetes desde la Franja de Gaza, luego que el ejército de Israel asesinara a Bahaa al Ata, líder de la Jihad Islámica.
El lunes próximo argentinos y uruguayos deben jugar en el New Bloomfield Stadium de Tel Aviv, ciudad donde ayer sonaron las alarmas anti aéreas tras el lanzamiento de 50 cohetes.
Este miércoles la ciudad se reportaba con mayor tranquilidad que ayer, cuando el ejército israelí ordenó suspender las clases, pidió que la población que no vaya a trabajar y que se evitaran las reuniones superiores a las 300 personas.
Si con el correr de los días la situación no varía demasiado, la realización del clásico rioplatense podría mudarse de estadio o directamente cancelarse. Sería la segunda suspensión de un partido que debía jugar Argentina en Israel en 17 meses, ya que lo mismo ocurrió en la previa al Mundial de Rusia 2018, cuando la AFA suspendió un encuentro amistoso programado en Jerusalén ante el seleccionado local.