La ceremonia estuvo presidida por un crucifijo y dos cirios junto a la Constitución, pese a que ésta declara que Bolivia es un Estado laico.
La presidenta en funciones de Bolivia, Jeanine Áñez, removió a la cúpula de las Fuerzas Armadas y tomó juramento a los nuevos jefes militares en un acto que incluyó un crucifijo y dos cirios junto a la Constitución.
Áñez puso en funciones a su gabinete de ministros y designó comandante de las Fuerzas Armadas al general del Ejército Carlos Orellana, quien sucedió a Williams Kaliman, que el domingo pasado sugirió públicamente a Evo Morales que renunciara a la presidencia, cosa que el mandatario finalmente hizo y partió al exilio en México.
Kaliman había asumido su puesto en diciembre del año pasado, momento en el que se declaró “soldado del proceso de cambio”, tal como llamaba Morales a su gestión, y se refirió al entonces mandatario como “hermano presidente”.
En el mismo acto, Áñez tomó juramento a los generales Ciro Álvarez Armada e Iván Rioja como comandantes del Ejército y la Fuerza Aérea, respectivamente, y al contralmirante Moisés Mejía como jefe de la Armada.
Los nuevos jefes castrenses juraron en una ceremonia presidida por un crucifijo y dos cirios junto a la Constitución, pese a que ésta declara que Bolivia es un Estado laico.