La tensión racial en Francia que hizo ebullición la semana pasada con el asesinato del joven de familia argelina Nahel cuando intentó escaparse de un control de tránsito y fue baleado por un policía tiene un nuevo actor que quiere aprovechar el revuelo de noche tras noche con incidentes, represión, barricadas y ataques entre policías y manifestantes: los neofascitas.
En algunas ciudades del país, desde Lyon hasta Angers, se informó de bandas de jóvenes neofascistas que tomaron las calles en los últimos días amenazando a los manifestantes -muchos de origen árabe- que participaban en las protestas que desencadenaron enfrentamientos con la policía y algunas vandalizaciones edilicias.
Un grupo fue visto en la noche del pasado domingo en Lyon pero fue inmediatamente rechazado por la policía que dispersó el inicio de la marcha con gases lacrimógenos. Según la prefectura, los jóvenes “intentaron un operativo frente al ayuntamiento”.
El medio local Le Progrés informó que “el grupo de derecha Les Remparts, que llegó desde la ciudad vieja, fue dispersado con gases lacrimógenos”.
Varios videos en las redes sociales muestran a jóvenes gritando consignas como “Estamos en casa” y “‘Francia para los franceses”.