La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) estimó que la región crecerá este año 1,7%, en promedio, y para el 2024 se proyecta una leve desaceleración (1,5%) en un contexto internacional “negativo y muy complejo”. En este marco, entre los países más importantes de Latinoamérica será Argentina el que más sufra, con dos años consecutivos de recesión.
Argentina tendría un crecimiento negativo de -3% del PBI para 2023 -donde aquí primó el impacto de la sequía-, al tiempo que se espera una leve recuperación para 2024 que igualmente no le permitiría salir del retroceso: -1,6%.
Chile es otro de los países que decrecerá en -0,3% en 2023 pero subiría 1,8%, en 2024, según las estimaciones del organismo.
En tanto, para Brasil se estima un crecimiento de 2,5% para el período en curso y de 1,4% para el próximo año, mientras que para Uruguay se espera una suba de apenas 1% para 2023 y de 2,6% para 2024.
A nivel subregional se perfila con mejor desempeño Centroamérica y México, ya que crecerán un 3% en 2023 y el Caribe (sin incluir Guyana) un 4,2%, aunque se observa una desaceleración respecto de 2022.
Las proyecciones para 2024 indican que se mantendría el bajo dinamismo económico en la región, y se prevé que el contexto internacional continúe siendo poco favorable, con un crecimiento del PIB y el comercio mundiales muy por debajo de los promedios históricos.
Por último, “la deuda pública de los países de la región, si bien ha bajado, permanece en niveles elevados respecto al PIB, lo que, junto al aumento de las tasas de interés externas e internas y a una caída esperada de los ingresos tributarios producto del menor crecimiento, lleva a un limitado espacio fiscal para el conjunto de la región”, concluyó el informe.