China volvió a enviar aviones y barcos militares a las inmediaciones de Taiwán y anunció ejercicios militares en rechazo a la visita que la presidenta de la isla, Tsai Ing-wen, hizo esta semana a Estados Unidos, en una gira que incluyó un encuentro con el líder de la Cámara de Representantes.
El Ministerio de Defensa de Taiwán informó que barcos de guerra chinos navegaron en aguas cercanas a la isla autónoma y que un avión de combate y un helicóptero antisubmarinos penetraron en la zona de identificación de defensa aérea.
El miércoles, el portaaviones chino Shandong pasó por el sureste de la isla, horas antes del encuentro entre Tsai con el líder de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el republicano Kevin McCarthy, en Los Ángeles.
En tanto, China anunció ejercicios militares en el estrecho de Taiwán frente a Pingtan, isla ubicada en la zona costera oriental de la provincia de Fujian, el próximo 10 de abril, según informó la administración marítima provincial en un comunicado.
China había anunciado que tomaría “medidas firmes y absolutas” después de la reunión entre Tsai y McCarthy, segunda autoridad en la línea de sucesión presidencial, que expresó el “apoyo inquebrantable” de su país a Taiwán.
En un comunicado, el ministro de Exteriores chino, Qin Gang, aseguró que la reunión “viola la soberanía de China y su integridad territorial, y manda una atroz señal equivocada a las fuerzas separatistas del ‘Taiwán independiente'”, informó la agencia de noticias Europa Press.
Taiwán y China se separaron en 1949, al final de la guerra civil. Los comunistas tomaron el poder en China continental, mientras los nacionalistas se replegaron a Taiwán, pero Beijing considera la isla como parte de su territorio y aboga por recuperar su control algún día.
En virtud del principio de “una sola China”, a priori reconocido por Estados Unidos y por la mayoría de los países, entre ellos Argentina, Beijing se opone a cualquier relación formal entre los dirigentes de la isla y los de otras naciones.