El extitular del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el estadounidense Mauricio Claver-Carone, calificó como “una pandilla de tres amigos” al Gobierno argentino al fustigar duramente al presidente Alberto Fernández y al exsecretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz.
La catarata de críticas del exfuncionario del BID, un cubano-estadounidense instalado con fórceps en el BID por deseo del expresidente de EEUU Donald Trump, llega luego de su destitución después de que una investigación sobre una supuesta relación romántica con una subalterna lo encontrara responsable de haber violado las reglas de ética para beneficiar a la mujer involucrada, aumentando su salario en dos instancias en menos de un año para un incremento acumulativo del 46% a más de US$ 400.000.
Con esta escenografía, Claver-Carone eligió los micrófonos de la opositora radio Mitre para despacharse contra el Gobierno argentino, que allá por 2020 se había opuesto a su nominación en el BID porque eso había generado un quiebre en la historia del organismo, ya que fue el primer estadounidense en dirigir una institución presidida tradicionalmente por un latinoamericano desde su creación, en 1959, que era secundado por alguien de la Casa Blanca en la vicepresidencia.
Según Claver-Carone, Alberto Fernández nunca buscó tener con el BID una relación fructífera para la Argentina y aseveró que todas sus reuniones “siempre fueron sobre cómo conseguirle trabajo a Gustavo Beliz”, un hombre que después de ser ministro del Interior de Carlos Menem, muy joven -1991- fue eyectado de aquel gobierno por una intriga de palacio y se instaló en Washington, donde hizo carrera en organismos internacionales y como consultor.
No había relación entre el gobierno de Fernández y Claver-Carone, pero sí entre él y el ministro de Economía, Sergio Massa, asiduo visitante de Washington. Y eterno contendiente de su antecesor en Hacienda, Martín Guzmán (paréntesis de Silvina Batakis en el medio). Eso se notó en otros dichos del estadounidense: “Es mi deber como presidente del Banco apoyar a Argentina, con un plan que sea cohesivo, ni siquiera coherente. Sergio Massa fue el primer adulto que tuvo esa conversación conmigo. Respondí, como debería ser. Pero si por dos años se pasan con esos juegos políticos, en vez de pensar cómo ayudar a la Argentina, en vez de a los tres amigos de la pandilla…”, disparó.
Además, reveló que en un momento intentó en el BID ascender a un argentino -al que prefirió no nombrar- pero no hubo interés en el gobierno de Fernández. “Ellos se habían empeñado con Gustavo Béliz. Le dije que hay un argentino que no es político, que es muy capaz. Me dijo ‘no me importa, si no es uno de los míos’. Se abstuvieron. Eso fue muy chocante, no lo entendí”, relató el norteamericano.
Para terminar de conectar declaraciones con hechos, tras la salida de Claver-Carone, el directorio del BID destrabó un paquete de Financiamiento Especial para el Desarrollo (SDL) de US$ 700 millones para la Argentina, no casualmente en el marco de una visita del ministro de Economía, Sergio Massa, en Washington.