En otro capítulo de la disputa entre Estados Unidos y China, la Casa Blanca aprobó la venta a Taiwán de municiones para aviones de combate F-16 por un valor de 619 millones de dólares, una decisión rechazada por el gigante asiático, que asegura que “daña gravemente” las relaciones entre Washington y Pekín, que no reconoce independencia de la isla y reclama soberanía sobre ella.
El paquete incluye misiles de alta velocidad 100 AGM-88B (HARM) y misiles aire-aire avanzados de medio alcance 200 AIM-120C-8 (AMRAAM), así como lanzadores y misiles de entrenamiento, detalló el Pentágono en un comunicado.
La venta aumentará las capacidades de Taiwán para la “defensa de su espacio aéreo, la seguridad regional, y la interoperabilidad con Estados Unidos”, agregó el texto.
Este anuncio llega cuando la tensión bilateral entre Washington y Pekín se encuentra en su punto más alto por el apoyo estadounidense a la isla, que incluyó una serie de visitas de funcionarios estadounidenses de alto rango el año pasado, además del derribo de un globo que sobrevoló el espacio aéreo estadounidense y que, según Washington, era un artefacto de vigilancia chino.
Rechazo chino
China reclama la soberanía sobre la isla desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949, tras perder la guerra civil contra los comunistas.
Desde entonces, Taiwán ha mantenido un gobierno autónomo por décadas.
Estados Unidos es el principal abastecedor de equipo militar para Taiwán, y China ha objetado esas ventas aplicando sanciones.
El Departamento de Estado dijo este jueves que la venta era conforme a las posiciones tradicionales de Washington con respecto a Beijing y Taipéi.
“El apoyo de Estados Unidos a Taiwán y los pasos que Taiwán toma para mejorar sus capacidades de autodefensa contribuyen al mantenimiento de la paz y la estabilidad a lo largo del estrecho de Taiwán y en la región”, agregó ese departamento.
La decisión estadounidense fue criticada por Beijing, por dañar “gravemente la soberanía y los intereses de seguridad de China, así como las relaciones sino-estadounidenses, y la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán”, aseguró la portavoz de la cancillería, Mao Ning.
“China seguirá tomando medidas poderosas y determinantes para defender con firmeza su soberanía y sus intereses de seguridad”, agregó.
Por su parte, Taiwán se congratuló por la primera venta de armas anunciada por Estados Unidos este año, y la novena bajo la presidencia de Joe Biden.
“De cara a la expansión militar continua y al comportamiento provocador de China, Taiwán continuará mejorando activamente sus capacidades de defensa”, declaró el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores taiwanés, Jeff Liu.