Los países suelen tener diferentes tradiciones para celebrar Nochevieja y festejar la llegada del Año Nuevo, pero uno solo tiene el honor de ser el que despide oficialmente y para siempre al 2023: Samoa Americana.
Este país es uno de los catorce territorios no incorporados de los Estados Unidos y es uno de los 17 territorios no autónomos bajo supervisión del Comité de Descolonización de las Naciones Unidas.
Samoa Americana está ubicada al oeste de las Islas Cook, al norte de la isla de Tonga, en pleno océano Pacífico. Su capital y localidad más poblada es Pago Pago, en la isla de Tutuila.
El territorio de Samoa Americana consiste en cinco islas volcánicas muy montañosas y dos atolones de coral. Tiene una superficie total de 199 kilómetros cuadrados. La isla más grande es la de Tutuila.
Las islas forman parte del archipiélago de Samoa, al cual también pertenece el estado independiente de Samoa, que es uno de los primeros países del mundo en recibir el Año Nuevo.
En 2011, Samoa aprobó la Ley de la Línea Internacional de Cambio de Fecha para saltarse un día de calendario y pasar de la medianoche del 29 de diciembre directamente a la madrugada del día 31.
Pero como Samoa Americana pertenece a EEUU, sus 60.000 habitantes tienen el huso horario antiguo y por eso son los últimos en “gastar” los minutos finales del 2023.
Historia de Samoa Americana
Samoa fue descubierta por los exploradores europeos en el siglo XVIII. Para esa época hacía varios siglos que los Fa’a habitaban la isla. En 1899 Alemania y EEUU se dividieron el archipiélago, pero EEUU ocupó formalmente su porción al año siguiente y cuando llegó la Segunda Guerra Mundial, pasaron a ser un bastión de los aliados en el Pacífico.
Después de la Segunda Guerra Mundial, el intento del Departamento del Interior estadounidense en el Congreso por aprobar la Ley Orgánica 4.500 para la incorporación de Samoa Americana, fue boicoteado por los jefes samoanos americanos liderados por Tuiasosopo Mariota, que llevaron a la creación de una cámara legislativa local, el Foro de Samoa Americana.
Aunque técnicamente es considerada “no organizada”, ya que el Congreso estadounidense no ha aprobado una Ley Orgánica para el territorio, Samoa Americana tiene gobierno propio bajo una constitución que se hizo efectiva el 1 de julio de 1967.
Como un territorio no incorporado, la Ley de Ratificación de 1929 inviste todos los poderes civiles, judiciales y militares en el presidente de los Estados Unidos.
El gobernador es el jefe de Estado y representa al poder ejecutivo. El Poder legislativo, el Foro de Samoa Americana, se divide en Senado y Cámara de Representantes, como en EEUU. El mandato de los senadores es de cuatro años y el de los miembros de la Cámara de Representantes, de dos años. El Foro puede aprobar leyes en relación con todos los asuntos locales, siempre que estas no sean contrarias a la legislación de los Estados Unidos.
El máximo representante del poder judicial es la Corte Suprema de Samoa Americana que consiste en un tribunal superior, cuyos magistrados y Presidente son nombrados por el Secretario del Interior de los Estados Unidos, y además posee tribunales locales de distrito y municipales, cuyos jueces son nombrados por el Gobernador y confirmados por el Foro.