El Vaticano publicó este martes un comunicado en el que remarcó que el papa Francisco tuvo “claras e inequívocas” intervenciones sobre la invasión rusa que provocó la guerra en Ucrania “al condenarla como moralmente injusta, inaceptable, bárbara, insensata, repugnante y sacrílega”.
Tras varios días de silencio luego de que Ucrania manifestara su “desilusión” y presionara a Francisco para que visitara Kiev, la Santa Sede recordó que el jefe de la Iglesia Católica “habla como un pastor que defiende cada vida humana” y “no como un político”.
“Ucrania está profundamente desilusionada por las palabras del Pontífice”, había planteado el Gobierno ucraniano en una nota oficial divulgada la semana pasada por la embajada ante el Vaticano que encabeza Andrey Yurash, luego de que el Papa planteara sus usuales objeciones a la guerra como hecho global, remarcando la “locura” que significa el conflicto, y lamentara en especial el asesinato de Daria Duguina, la hija de 29 años de un intelectual ruso identificado con el Kremlin que fue asesinada en un atentado con bomba en Moscú.
El Vaticano resaltó que “en más de una ocasión, como en los últimos días, han surgido discusiones públicas sobre el significado político que debe atribuirse a estas intervenciones” papales. “En este sentido, se reitera que las palabras del Santo Padre sobre esta dramática cuestión deben leerse como una voz alzada en defensa de la vida humana y de los valores a ella asociados, y no como una postura política”, aclara el comunicado.
“En el contexto de la guerra en Ucrania –se lee en el comunicado de la Santa Sede- han sido numerosas las intervenciones del Santo Padre Francisco y de sus colaboradores al respecto. Su objetivo es sobre todo invitar a los pastores y a los fieles a la oración, y a todas las personas de buena voluntad a la solidaridad y a los esfuerzos para reconstruir la paz”.
“Con respecto a la guerra de amplia dimensión en Ucrania, iniciada por la Federación Rusa, las intervenciones del Santo Padre Francisco son claras e inequívocas al condenarla como moralmente injusta, inaceptable, bárbara, insensata, repugnante y sacrílega”, concluye el texto oficial.