“Hoy te convertís en héroe”, le dijo Javier Mascherano a Sergio “Chiquito” Romero antes de los penales en el Mundial de Brasil 2014 contra Holanda. Y el arquero fue, atajó dos, metió a la Selección Argentina en la final de una Copa del Mundo después de 24 años y cumplió. Por estas horas, Juan Román Riquelme, dueño de todas las decisiones del fútbol de Boca Juniors, pensará en una reedición de esa historia para tapar la salida de Agustín Rossi del arco “xeneize” tras -otra- frustrada negociación del Consejo de Fútbol que guía el máximo ídolo de la historia del club.
“Flamengo y Agustín Rossi firmaron un precontrato con vigencia del 1 de julio de 2023 al 31 de diciembre de 2027”, comunicó ayer la institución carioca en su cuenta oficial de Twitter para hacer formal la incorporación del guardavallas. Y en Boca explotó la primera bomba del 2023: ¿Y ahora qué?
Rossi fue la gran figura del Boca campeón de la Liga Profesional con sus actuaciones y atajadas en penales. El arquero se destacó como ninguno y fue clave para ganar series que llevaron al equipo al título de la Copa de la Liga, la final de la Copa Argentina y llegar a los octavos de final de la Copa Libertadores.
Sin embargo, su renovación de contrato fue una novela de terror para los hinchas “xeneizes”. La diferencia entre el dólar “blue” y el tope a la conversión a pesos que establecía su vínculo no fue contemplado durante muchos meses por una dirigencia que apostó por Rossi, quien era suplente de Esteban Andrada cuando Riquelme llegó al poder.
Pero al Consejo de Fútbol nunca pareció convencerlo el exarquero de Lanús, ya que cuando su nivel subía y subía, aterrizo en Brandsen 805 “Chiquito” Romero. Parecía que con toda su trayectoria iba a sacar a Rossi de abajo de los tres palos “azul y oro” pero su rodilla retrasó el debut. Y Rossi aprovechó: penales atajados y ovaciones de La Doce para que el DT, Hugo Ibarra, no pudiera -si quería-sacarlo del equipo.
Difícilmente Rossi siga jugando en Boca si ya tiene anunciado el precontrato con el Flamengo. ¿Lo colgarán? ¿Se arriesgarán a ponerlo para que siga siendo figura y ante cada partido los hinchas protesten más por no haberlo retenido? ¿Ya le permitirán viajar a Brasil para sumarse al “Fla”?
Para resolver todos esos enigmas, Riquelme necesita a su héroe. Al que apostó a pesar de que venía con muy pocos partidos en Europa en sus últimos años: “Chiquito” Romero, que ahora tiene un desafío gigante: hacer olvidar a la figura de Boca de los últimos dos años.
El próximo lunes 16 la delegación “xeneize” viajará hacia los Emiratos Árabes Unidos, donde el viernes 20 enfrentará a Racing Club, en Abu Dhabi, por la novedosa Supercopa Internacional. El listado de pasajeros empezará a dilucidar el futuro de los protagonistas de esta película.